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Antes de los Pictogramas o Signos: Construir la Comunicación desde las Bases

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Tabla de contenidos

¿Os han dicho que tenéis que usar pictogramas para “estimular” el lenguaje de vuestro peque? O quizás no son pictogramas… Quizás os han hablado de gestos, de signos manuales, a lo mejor os han hablado del sistema bimodal. Os han dicho que tenéis que implementar esos sistemas para “estimular” la comunicación y el lenguaje de vuestro peque, el cual está tardando en hablar, quizás ya tenéis un diagnóstico quizás no… Cuéntame en comentarios si es vuestro caso.

En este artículo de hoy no hablaré sobre si es beneficioso o no poner en práctica estos sistemas que se llaman sistemas aumentativos de la comunicación porque apoyan la comunicación. Eso lo cuento en otros contenidos (te dejo referencias abajo de este artículo).

Este artículo de hoy trata de construir la casa desde los cimientos, es decir, no empezar la casa por el tejado. Y para mí, hablar de pictogramas o de signos al principio con una familia es empezar la casa por el tejado. 

Vamos a hablar de cómo sentar las bases con la familia para que luego, si vemos que es indicado, podamos aplicar algún sistema aumentativo de comunicación.

Este artículo es para ti, familia, y es para ti, profesional que acompaña a familias, para que veamos cuáles son esos cimientos que no debemos olvidar. Porque veo muy a menudo a profesionales que están poniendo en práctica esos pictogramas o esos signos sin los cimientos de la comunicación.

El orden importa a la hora de impulsar el lenguaje de un peque. 

Un Ejemplo Real: Empezar la Casa por el Tejado

Te comparto un ejemplo real de una familia a la que acompaño: una familia con un peque de menos de 2 años, con una condición genética. Esta condición cursa, probablemente, con un retraso psicomotriz, del lenguaje y cognitivo. Es un peque, tengo que decir con mucha alegría, que está avanzando súper bien. 

El primer día que esta familia tuvo una visita con una psicóloga que les tenía que acompañar en el aspecto de comunicación y lenguaje, la psicóloga les habla desde el primer momento del sistema bimodal. Si no lo conoces es un sistema aumentativo de comunicación donde se usan signos que acompañan el lenguaje. En mi artículo sobre el uso de los SAAC hablo de ello (te lo dejo abajo de este artículo).

Esta familia, cuando recibió esta información, quedó totalmente abrumada. No tenía ni idea de qué les estaban hablando. No sabían nada de la importancia de la comunicación, de las interacciones, de cómo potenciar el lenguaje de su hijo. Esta información en ese momento era irrelevante para ellos, incluso perjudicial. Además, no solo les dieron la información y «vamos a trabajar poco a poco», sino que les dieron un PDF entero con todo de signos del bimodal. ¿Qué podía hacer esta familia con este PDF lleno de signos? ¡Nada! Ni lo entienden, ni saben cómo usarlo, ni si tiene beneficios… nada. 

Entonces, cuidado cómo empezamos la intervención con una familia. ¿Qué es lo primero que hablamos con ella? ¿Qué trabajamos primero? Hay cosas muy importantes para empezar con una familia, y no es con un sistema aumentativo de la comunicación. Esa es mi aproximación, la cual la he compartido y comparto con otros equipos, con otros profesionales en supervisiones que hago, con otros profesionales en formaciones que hago.

Haciendo esto estamos pasando por alto cosas muy importantes. ¿Te has parado a pensar que las familias ya se están comunicando con sus hijos y sus hijos con sus familias desde siempre sin sistemas aumentativos? Ya está sucediendo. Es importante darle valor. Es importante encontrar las fortalezas de todos los componentes: del peque, de los adultos.

Es cierto que cuando la comunicación el peque tiene muchos desafíos comunicativos, los adultos, los cuidadores, nos perdemos mucha información de lo que el peque nos está queriendo comunicar. Y a veces no sabemos responder, no sabemos qué decir, no sabemos si nos está comprendiendo. Vemos una evolución muy lenta, y necesitamos ayuda y guía para impulsar bien ese lenguaje, esa comunicación, esa interacción.

Por eso lo principal es que entendamos eso que se nos escapa, eso en lo que no nos habíamos fijado, o no sabíamos que era importante. Que partamos de lo que tenemos en este momento presente, en la comunicación diaria con nuestro hijo, y de ahí vayamos construyendo poco a poco

Y llegará un momento, cuando ya tengamos unas bases muy establecidas, cuando probablemente todos entenderemos que el siguiente paso es aplicar algún sistema aumentativo para apoyar todavía mejor la comunicación. Pero no ahora.

Seis Puntos Clave para Sentar las Bases

Entonces, ¿cuáles son estas bases? Seis puntos clave a ENTENDER:

  1. QUÉ es comunicación.
  2. PARA QUÉ se está comunicando el peque.
  3. CÓMO se está comunicando el peque y apoyarlo.
  4. Las INTERACCIONES entre el peque y adultos de referencia son importantísimas.
  5. CUÁNDO los peques están adquiriendo el lenguaje para maximizar esos momentos con ajustes en la comunicación.
  6. Las ESTRATEGIAS de comunicación que favorecen y cuáles no.  

Si quieres puedes ver mi vídeo en mi canal: ¿PICTOGRAMAS y SIGNOS para “estimular” el lenguaje? ¡Cuidado! PRIMERO ESTO

 

1. Entender cómo se da la comunicación

De esto lo he hablado ya en varios artículos. Te dejo abajo del artículo, otros contenidos donde he hablado del árbol de la comunicación. Y sobre todo en mis dos cursos “Aprender a Hablar es Increíble – Desarrollo del Lenguaje Analítico y Lenguaje Gestalt” y “Estrategias estrella para impulsar el lenguaje de tu peque”.

El desarrollo del lenguaje es como un árbol. ¿Qué es lo más importante del árbol? Las raíces. Y para una casa lo más importante son los cimientos. No empezamos por el tejado, empezamos por las bases.

Las bases (raíces, cimientos, ingredientes) en la comunicación son las interacciones, que el peque tenga atención, que nosotros sepamos llamarle la atención, que tengamos momentos de calidad con, le dediquemos tiempos, hagamos cosas que le motiven, que el peque tenga intención de comunicar y sepamos entender esa intención. 

En resumen, ponemos todo nuestro foco aquí, en los cimientos, para saber cómo acompañar adecuadamente.

2. ¿Para qué se comunican los peques?

Tu peque, esté en el momento que esté, seguro que está necesitando satisfacer sus necesidades básicas a lo largo del día. En cualquier rutina cotidiana del día, sea el momento de la comida, de despertarse, de vestirse, del baño, de salir a la calle, de estar en la calle, de jugar, de mirar un cuento… hay cosas que se repiten.

El peque hace cosas, necesita cosas, le pasan cosas y te quiere mostrar mostrar. Hay niños con los que nos cuesta ver de qué manera están satisfaciendo esas necesidades. Por eso debemos aprender más con estos peques que tienen más desafíos comunicativos. Lo importante es entender que los peques se comunican para satisfacer un montón de cosas y que eso va más allá de las meras palabras.

Y no me extiendo mucho más porque también he creado otros contenidos donde hablo de esto, y en mis dos cursos que he comentado hace un momento, esto explicado con muchísimo detalle (funciones de la comunicación). 

Cuando vemos que un peque ya está comunicando estas cosas de alguna manera, lo debemos saber apoyar. Por ejemplo, si tu peque está queriendo pedir algo pero lo que hace es llevarte al sitio y luego señala o te muestra, vamos a poner lenguaje a eso: «Ah, veo que necesitas algo, que quieres algo, vamos». Y cuando vamos, observamos lo que nos está mostrando y ponemos lenguaje: «Mmm, creo que quieres algo para comer. Venga, va. Veo que hay una manzana y una pera. ¿Te apetece una manzana o una pera?». Damos doble opción. Hay muchas maneras de trabajar esto. 

En resumen, lo importante es entender para qué se comunica tu peque, que va mucho más allá de simple palabras de “vocabulario”, sino que debemos apoyar lo que son las funciones de la comunicación.

3. ¿Cómo se comunica el peque?

Porque no solo las palabras son válidas en la comunicación. Y de esto he hablado también en un vídeo muy reciente, dónde pregunto: «¿Qué es comunicar para ti? ¿Qué es hablar para ti?». En función de la respuesta vas a pensar que tu peque se está comunicando o no. Lo puedes ver en el vídeo “Mi hija se comunica con gestos, PERO NO HABLA. Dónde poner el foco para impulsar lenguaje VERBAL.”

Un ejemplo que salía en este vídeo: si tú crees que los gestos no son suficientemente importantes y, por lo tanto, piensas: «Mi hijo se está comunicando demasiado con gestos, quiero que deje de usar sus gestos», no estamos entendiendo que los gestos son muy importantes en la comunicación. No deberíamos querer que desaparecieran los gestos para que aparezca el lenguaje verbal, sino que queremos acompañar esos gestos para que aparezca el lenguaje verbal. Es muy diferente.

No pensemos que es de baja categoría estar comunicándose más con sus gestos. Debemos apoyarlo y acompañarlo: tu peque se está expresando así, necesita sentir que lo valoramos y que nos parece importante e interesante. No lo vamos a minimizar, sino que lo vamos a potenciar.

En resumen, hay varias maneras de comunicación y todas tan válidas. Debemos saber acompañarlas para seguir avanzando.

4. La importancia de las interacciones

Para este apartado, te recomiendo que vayas al vídeo ya que allí lo explico compartiendo pantalla.

Vemos una trascripción entre una peque y un adulto en interacción comunicativa. Es una transcripción extraída de un artículo de Manuel Sánchez Cano, que fue profe mío en un máster que hice sobre intervención naturalista en el aula. El artículo al que me refiero se llama «La gestión de la conversación en el aula de apoyo». 

Esto viene para explicar que las interacciones que tenemos con los niños, seamos los papás, la abuela, la tía, la educadora, otros profesionales, tienen un impacto importante en que el peque tenga oportunidades para mejorar su lenguaje o no las tenga.

Y esto es lo que continuamente veo yo en las observaciones que hago de familias interactuando con sus peques: mamás, papás, abuelas, tías. A veces también veo educadoras con sus alumnos, que me mandan también vídeos. Yo también transcribo y analizo lo que está sucediendo allí para luego poder transmitir a esa familia o a esas educadoras o profesionales qué podemos ajustar para que sean momentos ricos para ese peque.

Comparto aquí cuatro pinceladas porque todo esto es un curso entero. (Precisamente tengo un curso en mi web que es el de “Estrategias estrella para impulsar el lenguaje de tu peque”, donde hablo de estas cosas con mucho detalle). 

Lo que vemos en la maestra es que habla muchísimo, hace muchas preguntas, inicia la comunicación, lo lidera todo. Después de las semanas de intervención y de hacer ajustes en su comunicación, nuevamente vemos la interacción entre la maestra y la alumna y ha cambiado todo muchísimo. Ahora es la alumna quien inicia, no la maestra. La maestra espera que sea la alumna quien inicia. Ahora los turnos son muy equilibrados: alumna, maestra, alumna, maestra. La densidad del turno de la maestra también es muy adecuado. La maestra corrige implícitamente.

Este análisis de la interacción entre una maestra y una alumna ejemplifica lo que se lleva estudiando e investigando durante décadas.

Se han hecho estudios que analizan interacciones entre mamás e hijos, las cuales tienen una preocupación por sus hijos porque están notando una lentitud en su lenguaje o bien ya tienen un diagnóstico. Por ejemplo, son peques con síndrome de Down y peques con autismo.

Por cierto, todo esto es mi especialidad: esto es intervención naturalista. Es una intervención en el contexto natural del niño (casa y escuela) con sus cuidadores de referencia (familia o educadores). Se hace en el contexto natural, donde sois vosotros, familia o profesionales, quien ponéis en práctica estos ajustes cuando os comunicáis con el peque.

Se han visto dos cosas: mamás que se convierten en maestras o mamás muy desmotivadas y muy silenciosas. Dos extremos que yo los veo continuamente en las familias que acompaño. 

Las mamás que hacen de maestra hacen muchas preguntas, no dejan espacio al peque, corrigen explícitamente, hacen repetir y hacen actividades educativas. Y no son actividades educativas lo que tenemos que hacer cuando queremos potenciar el lenguaje de nuestros hijos (de esto también he hablado en otros contenidos). Las mamás desmotivadas y silenciosas, no saben qué decir, no le hablan al peque, no hay expresividad.

Entonces, te dejo un ejercicio, que puedes dejar en comentarios: busquemos los contrarios de todo esto para encontrar un estilo que sí que favorece el lenguaje. ¿Qué contrarios hay a hacer preguntas, a no dejar espacio, a hablar demasiado, a corregir de manera explícita…? Y ¿cuáles son los contrarios a no hablar, a estar en silencio, a no tener expresividad? Eso va a ser favorecedor del lenguaje. Vamos a construir juntas estas estrategias que sí que favorecen el lenguaje. Te leo en comentarios.

5. ¿Cuándo adquieren lenguaje los peques?

La respuesta es: en todo momento, todo el día. Por eso las terapias tradicionales en que pensamos que el niño tiene una sesión a la semana de media hora, 45 minutos o una hora… nos quedamos cortísimos. Porque…

¿Qué pasa el resto del tiempo del niño en su entorno familiar y entorno escolar? Es en esos momentos reales de la vida cotidiana real donde surgen todo tipo de oportunidades de comunicación. Es importante que entendamos que en las rutinas cotidianas el peque está adquiriendo su lenguaje, y es ahí donde vamos a hacer esos ajustes en la comunicación para favorecer su lenguaje.

En resumen, el peque siempre está adquiriendo lenguaje, es importante que sepamos cómo acompañarlo a lo largo de las rutinas cotidianas del día, para maximizar las oportunidades y ganar en generalización del aprendizaje.

6. Estrategias naturales impulsoras de la comunicación

Y por último, querría hablar un poquito de algunas estrategias naturales impulsoras de la comunicación. En mi curso de “Estrategias estrella para impulsar el lenguaje de tu peque” he seleccionado las que siempre trabajo con las familias a las que acompaño, porque sé que son transformadoras. Las explico cada una con ejemplos de familias. En el curso tienes descargables, tienes un diario de lenguaje que puedes seguir para anotar todo lo que vas aprendiendo y los cambios que vas viendo con tu hijo.

Pero en este artículo quería mostrarte algunas cosas importantes a tener en cuenta para volver al tema de hoy. El tema de hoy es: no empezamos la casa por el tejado, no empezamos aplicando sistemas aumentativos de comunicación, pictogramas, signos, gestos. Empezamos con las bases de la comunicación, partimos de los que ya están sucediendo y hacemos ajustes en nuestra comunicación, en las actividades que hacemos cotidianas para poder cada vez entender mejor la comunicación del niño y favorecerla de una mejor manera.

Luego, cuando todo esto está funcionando, hayamos hecho cambios, hayamos notado cambios en el peque, entonces sí que podremos preguntarnos: «¿Qué más podemos aplicar para apoyar todavía más el lenguaje de mi peque?». Entonces tendrá lugar que pensemos en algún sistema aumentativo de comunicación, que va a depender también del peque, de su estilo de aprendizaje, de lo que le va mejor.

Primera estrategia. La comunicación no verbal es muy importante. Los peques adquieren el lenguaje gracias a que también adquieren comunicación no verbal. Está estudiado que los niños adquieren 16 gestos a los 16 meses (desde los 9 meses de edad). Hay una aumento de gestos a la vez que aumenta su lenguaje. Pues entonces, potenciar gestos naturales y comunicación no verbal ya es una estrategia en sí.

Segunda estrategia. ¿Qué hay visual en tu día a día con tu hijo que sabes es muy beneficioso? Bueno, cosas muy “obvias” pero muy importantes. La primera, jugar, porque jugamos con cosas, con objetos, y eso es un apoyo visual. Y la segunda, los cuentos. Los cuentos tienen imágenes que, otra vez, son apoyos visuales. Imagínate lo que podemos hacer de manera más intencional sabiendo por qué y cómo usar el momento del juego y de cuentos para favorecer el lenguaje. Sobre esto también tengo el curso “¿Cómo jugar y usar los cuentos para que tu peque hable?”.

Conclusión

Antes de pensar en aplicar algún sistema aumentativo de comunicación (pictogramas o signos) debemos entender bien las bases o cimientos de la comunicación. Respondernos a las preguntas: ¿Cómo se está comunicando el peque? ¿Cuándo? ¿Para qué? ¿Puedo y sé cómo acompañarlo? Para ir aprendiendo sobre interacciones peque – adulto y sobre estrategias naturales de la comunicación que favorecen el lenguaje (y cuáles no para dejarlas de hacer).

Y una vez sentadas estas bases, haber puesto en práctica los ajustes, visto cambios en nosotros, en el peque, entonces preguntarnos nuevamente: ¿De qué manera puedo seguir apoyando la comunicación del peque? Y entonces sí, conocer sobre algún sistema aumentativo de comunicación que pueda apoyar ese canal visual de aprendizaje, y que favorece también el lenguaje.

Y una cosa más: para aplicar un sistema aumentativo de manera adecuada, necesitamos estas bases porque también cuando lo aplicamos, por ejemplo, pictogramas o signos, necesitamos entender que el peque necesita espacio, tiempo, saber qué está queriendo comunicar, necesitamos modelar… cosas que ya habremos aprendido a observar y respetar habiendo sentado las bases de la comunicación que he ido compartiendo en este artículo.

Por favor, dime en comentarios si te ha parecido interesante, qué ha sido un clic para ti, si hay algo que nunca habías pensado de esta manera o sí. 

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Un comentario

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